INDUSTRIA DE ALIMENTOS Y BEBIDAS
El mercado de envases de cartón es objeto de fuerte competencia.
En especial en materia de envases primarios, el cartón queda cada vez
más relegado, porque se lo sustituye por envases flexibles de plástico
que, además, son más livianos.
Casi el 90% de los envases de metal se destina a la industria de ali-
mentos y bebidas. De este total de recipientes metálicos, las latas para
bebidas representan aproximadamente el 70% y las latas para envasar
alimentos (conservas) el 17%. En latas se envasan principalmente la
cerveza y las gaseosas sin alcohol. Los investigadores de mercado pro-
nostican para ambos sectores de la industria de bebidas una leve suba
de la demanda y un incremento del volumen de ventas de las latas me-
tálicas, que promediará apenas un 2% en los próximos cuatro años
(2013-2017). En la industria alimentaria se vislumbra un avance de la
tendencia a sustituir los envases de metal por envases de plástico.
Mercados dominados por megatendencias
Las innovaciones juegan un papel decisivo para garantizar que los
fabricantes puedan subsistir en la competencia nacional e internacio-
nal. Con independencia de que se trate de alimentos, bebidas, pro-
ductos farmacéuticos o cosméticos, de la industria proveedores o de
servicios, dejando de lado toda diferencia específica entre las diversas
áreas, es posible detectar la presencia de tres elementos comunes que
marcan tendencia y que revisten un alto grado de actualidad y rele-
vancia para todos. Estos son: el uso eficiente de los recursos, la segu-
ridad y la flexibilidad.
El uso eficiente de los recursos
Los procesos empleados en la fabricación de alimentos y bebidas,
como por ejemplo calentar, cocer, templar, enfriar, congelar, etc., de-
mandan mucha energía. Para la fabricación y el procesamiento de ali-
mentos y bebidas también se necesita mucha cantidad de agua, tan-
to para el proceso de manufactura propiamente dicho como para el
de limpieza posterior.
Por eso, el manejo responsable de los recursos se convierte cada
más en una ventaja competitiva para las empresas, porque cada vez
más consumidores en todo el mundo se deciden a favor o en contra
de determinadas marcas esgrimiendo argumentos ecológicos.
Los fabricantes de máquinas ofrecen las soluciones adecuadas, por-
que en todas las áreas tecnológicas involucradas en la fabricación de ali-
mentos y bebidas, en los últimos años se hicieron grandes progresos en
el consumo de recursos. En este sentido mencionaremos unos pocos
ejemplos de mejoras que velan por un balance energético positivo: la re-
ducción del consumo de energía empleada al templar o atemperar el
chocolate en su línea de producción, el aprovechamiento de la emisión
de calor en la industria panificadora, la reducción del consumo de agua
en la fabricación de bebidas, la recuperación del calor generado en los
procesos industriales y la circulación de agua en circuitos cerrados.
Calidad y seguridad
Otra de las megatendencias observadas y en auge permanente es la
que involucra la seguridad y la higiene. El mandamiento superior es la
fabricación segura e higiénica de los productos en resguardo de la sa-
lud de los consumidores. Uno de los módulos más importantes de la
seguridad de producto es el diseño higiénico de las máquinas y los
equipos. El diseño de cada componente de un equipo debe estar con-
cebido de tal manera que los restos de producto, la suciedad y los mi-
croorganismos no queden adheridos o que, en su defecto, se los pue-
da limpiar fácilmente. Sólo de este modo es posible descartar el ries-
go microbiológico. La perfecta trazabilidad de un producto tanto en la
industria de alimentos y de bebidas como en la industria farmacéuti-
ca debe ser posible en todo momento. Con sistemas de track & trace
altamente eficientes, como por ejemplo RFID o los códigos de barras
2D (Data Matrix Code) es posible realizar un seguimiento perfecto de
los productos a lo largo de toda la cadena de distribución.
Diversidad y flexibilidad
Hay tanta variedad de costumbres y preferencias en relación con ali-
mentos y bebidas como diferencias entre las personas. La diversidad
de variantes es inmensa, al mismo tiempo que el ciclo de vida de un
producto habitualmente es demasiado corto.